1 Vanidad, también es cosa de hombres Lun Dic 20, 2010 11:52 pm
xicaLoka
Level 5
La verdad es que no tengo que ocultar la necesidad de pedirles a mis compañeras un espejo para observar si todo está en orden con mi cabello o en cómo me veo a las nueve u once de la mañana; de hecho, todo sería normal, si no hubiera sido por un compañero que me preguntó si era gay amén de que otra compañera criticaba mi vanidad. Me quedé pensando sobre el porqué estereotipar a un hombre que se preocupa por su imagen.
No hay que ser gay, ni mucho menos un David Beckham, para tratar de tener un buen aspecto; cuidar la imagen es esencial. Si bien el ser “vanidoso” se les atribuía directamente a las mujeres, eso ha cambiado aceleradamente, tanto que los espejos en centros comerciales y los aparadores están peleados por ambos sexos para ver “cómo se ven”.
Entre lo que un hombre “vanidoso” debe de cuidar están traer un peinado correcto, cuidar la piel, vestir bien y presentable, así como estar perfumado y rasurado; él posiblemente no busque impresionar a nadie más que a él mismo.
¿Ellas qué opinan de los hombres vanidosos?
Paola estudia la preparatoria y tiene 18 años: “Todo depende del grado de vanidad, para mí es suficiente que cuide su aspecto, pero hay algunos que exageran, pues hasta se rasuran aquellito, se depilan las axilas y se sacan la ceja, a mi parecer se cuidan demasiado y no necesariamente son gays, pero la verdad, eso no me late mucho; como no soy muy vanidosa que digamos, eso de andar con alguien que sea más que yo, la verdad me sentiría incómoda”.
Samantha, de 22 años, piensa: “Que cuiden su imagen es algo muy importante; la verdad no me gustan todos fachosos y mal olientes, prefiero un niño que se cuide, se rasure, huela bien y siempre se ande checando en el espejo para ver su aspecto; la verdad es que eso de que anden todos desfajados, mal peinados o en fachitas, no es algo que llame la atención”.
Alejandra (19 años) cree que los hombres vanidosos pueden ser de dos tipos, los que cuidan su aspecto y los que caen en excesos: ”Creo que estar todo el día pensado en su aspecto, llega a ser algo enfermizo, pues hay cosas mucho más importantes que el físico; lo que más vale es lo que somos como personas, sin embargo, aquellos que se cuidan los indispensable y se sienten seguros, no necesitan de tanta vanidad”.
Espejito, espejto...
Carlos tiene 20 años, le gusta ir a la estética dos veces al mes para que le arreglen el cabello, le gusta oler bien y su ropa es importante en su vida, pero no es un adicto a verse en el espejo; se dice no ser una persona extremadamente vanidosa, pero sí preocupado por su imagen, pues está seguro que eso, le abrirá muchas puertas.
Miguel Ángel, un chico de 24 años, nos da su opinión: “Sí, me ve a diario en el espejo todas las veces que puedo, no soy gay, ni nada por el estilo, pero me gusta verme y sentirme bonito, presentable, sobre todo elegante; creo que la gente te trata como te ve y estoy seguro de que todos los hombres llevan un vanidoso adentro, se paran cada mañana a preguntarle a su espejito, espejito, ¿quién es el más bonito? Pero hay tantos estereotipos, que por no sentirse homosexuales, no lo hacen o simplemente lo ocultan”.
Ser hombre y vanidoso se ha convertido en un tema controvertido, sin embargo, la seguridad que tenemos para hacer las cosas, es lo que marca la diferencia. Si partimos de que los grandes cambios vienen desde adentro, tú, ¿sientes que eres lo que proyectas? Así que si deseas agarrar el espejo de tus amigas o verte en el reflejo de algún cristal, hazlo sin temor.